jueves, 18 de diciembre de 2008

Carlos Presman (*) dijo:

"Un país para César Ferri es una interesante invitación a la lectura. Jorge, gracias por equivocarte de nuevo como con Romagosa, invitándome a presentar tu novela. Para mí es como un regalo para el día del médico por lo tanto tomen este comentario como de quien viene.
Les propongo un ejercicio de desmesura porque este libro se lo merece. Lleva todos los ingredientes que se le pide a una novela: entretenida, ágil, actual, apasionada, reflexiva, profunda, crítica, ambigua y redonda. Un historia de ficción que te agarra del cuello en la primera página y sin importarle el día ni la hora, no te suelta hasta la última. ¿Todo eso? Sí y más…. Por ser una novela extraordinaria, intentaré una presentación extraordinaria que trascienda el lenguaje por eso traje esta matrioska: tradicionales muñecas rusas cuya originalidad consiste en que albergan otras muñecas en su interior. Así funciona Un país para César Ferri, como historias dentro de otras historias, una: la historia familiar. Dos: la historia personal. Tres: la historia política y social. Cuatro: la historia filosófica. Y cinco: la historia sicológica. Me quedo con esta última y digo… En la mitología griega, Narciso era un joven de gran belleza, doncellas y muchachos se enamoraban de él; pero Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se enamorara de su propia imagen y acabó arrojándose a las aguas y allí creció la hermosa flor, el Narciso. Jorge recrea el mito de Narciso, que huía de los espejos porque había vaticinado que mirarse a sí mismo sería su perdición. Por lo tanto no lo mató el deslumbramiento de su belleza, como dicen todos, sino el deseo frustrado de saber quién era. En el mito de Edipo, este emprende las averiguaciones para descubrir al culpable de la muerte de su padre, y gracias a Tiresias (el ciego) descubre que en realidad es hijo de Yocasta (su madre) y Layo (su padre), y que es él mismo el asesino que anda buscando. Al saber Yocasta que Edipo era en realidad su hijo, se suicida. Horrorizado, Edipo se quita los ojos y abandona el trono de Tebas, escapando al exilio. César Ferri, en el transcurso de la novela se mira el espejo buscándose, y de principio a fin está la ausencia del padre y la presencia de la madre, si hubiera nacido en Tebas tendría mucho de Edipo, incógnita que los lectores sabrán develar, y agregan a esta novela una urdimbre mítica. UPCF, una novela de Jorge Cuadrado.
Si Romagosa tenía el soporte periodístico de la crónica histórica, esta novela de ficción, es novela pura de puro escritor."


(*) Médico y escritor.

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