
César Ferri ya no se reconoce en el espejo. Acaba de golpear a su mujer y profanar la habitación de su hijo pero no tiene tiempo de arrepentirse. El gobernador lo espera en el aeropuerto para viajar a una reunión clave en la capital. Un semáforo lo detiene en la madrugada y el acecho de dos extraños cambiará el curso de su día.
Me desespero. Perdí el control de mis movimientos y nada de lo que hago tiene sentido. Giro la llave, creo, y pateo el acelerador. El Alfa se ahoga. Esta vez el silbido suena en la vejiga, en los testículos, y me cierra la garganta. Es miedo, Ferri, y no sabés rezar.
Acompañado por una desconocida y mientras intenta dilucidar lo que sucede con el avión del gobernador, Ferri se verá en la disyuntiva de construir su propio país o conformarse con el que hicieron los demás.
La voluntad es pura ilusión. La conciencia, el resultado de impulsos eléctricos y reacciones químicas. Dios, un programador de criaturas biológicas. Frente a tales desafíos, César Ferri se obliga a explorar las cavidades humanas y averiguar quién gobierna en secreto la vida de los hombres.
La prosa directa y sin concesiones de Jorge Cuadrado vuelve a sorprendernos. Con el ritmo de una road movie y un original despliegue de recursos estilísticos y argumentales, el autor de Romagosa, una historia imperfecta, compone sin fisuras otro personaje entrañable, acorralado por la incertidumbre. Como en su primera novela, pero en el siglo veintiuno.
Jorge Londero
1 comentario:
Srs.
Hemos publicitado su charla en nuestro blog http://cvvquisquisacate.blogspot.com/
Felicitaciones.
Centro Vecinal.
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